Microtraumatismos repetitivos:
Los microtraumatismos son pequeños daños o lesiones que se acumulan con el tiempo debido a movimientos repetitivos o posturas inadecuadas. A menudo, los trabajadores pueden no ser conscientes de estos microtraumatismos hasta que se convierten en problemas más graves de salud de la espalda.
Vibraciones e Impactos Leves:
Las vibraciones y los impactos leves, como los que se experimentan al conducir maquinaria o vehículos, pueden ejercer presión en la columna vertebral y los discos intervertebrales con el tiempo, contribuyendo a lesiones osteomusculares.
Tensión Mental y Estrés:
La tensión mental y el estrés en el trabajo pueden manifestarse como tensión muscular en la espalda y los hombros. Esta tensión constante puede aumentar el riesgo de lesiones de espalda.
Fatiga General:
La fatiga general, ya sea física o mental, puede disminuir la capacidad del cuerpo para mantener una postura adecuada y realizar movimientos seguros, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones de espalda.
Desgaste Progresivo:
El desgaste progresivo de las estructuras de la espalda, como los discos intervertebrales y las articulaciones facetarias, es un riesgo que se acumula con el tiempo. A menudo, los trabajadores pueden no darse cuenta de este desgaste hasta que comienzan a experimentar síntomas.
Adaptación Postural Inadecuada:
Los trabajadores pueden adaptar sus posturas y movimientos para hacer frente a condiciones laborales desafiantes. Aunque esto puede permitirles continuar trabajando, también puede aumentar el riesgo de lesiones de espalda a largo plazo.
