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Aquí encontrarás las distintas clases de decisiones.
El diseño del espacio de trabajo debe ser ergonómico, lo que significa que debe adaptarse a las necesidades fisiológicas y biomecánicas de los trabajadores. Esto incluye la disposición de mesas, sillas, teclados y ratones para minimizar el estrés en los miembros superiores.
Proporcionar a los trabajadores equipos y herramientas ergonómicas, como teclados y ratones ergonómicos, sillas ajustables y soportes, puede reducir la tensión en los miembros superiores y prevenir lesiones.
Fomentar la rotación de tareas entre los trabajadores puede evitar la realización repetitiva de una sola tarea y, por lo tanto, reducir el riesgo de lesiones por esfuerzo repetitivo.
Establecer pausas regulares durante la jornada laboral permite a los trabajadores descansar y estirar los músculos de los miembros superiores. Los ejercicios de estiramiento específicos pueden ayudar a reducir la tensión y prevenir lesiones.
Proporcionar capacitación en ergonomía a los trabajadores les ayuda a comprender la importancia de las buenas prácticas ergonómicas y cómo aplicarlas en su trabajo diario.
Realizar evaluaciones de riesgos ergonómicos en el entorno de trabajo para identificar problemas y áreas de mejora. Esto permite tomar medidas preventivas antes de que ocurran lesiones.
Las empresas que fabrican productos deben considerar la ergonomía en el diseño de sus productos para que sean cómodos y seguros de usar, lo que incluye dispositivos tecnológicos, herramientas manuales y equipos industriales.
Evaluar la carga de trabajo de los empleados para garantizar que sea manejable y no genere exceso de estrés en los miembros superiores.
Los trabajadores deben estar capacitados para reconocer las señales de advertencia temprana de lesiones, como dolor, molestias o entumecimiento en los miembros superiores, y deben saber cómo informar estas señales a la administración.