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La ergonomía se basa en el principio: el diseño de los entornos de trabajo y las tareas laborales debe estar centrados en las capacidades, limitaciones y necesidades de los trabajadores. Esto implica considerar aspectos físicos, cognitivos y emocionales.
La ergonomía busca maximizar la eficiencia y la productividad al optimizar la forma en que las personas realizan sus tareas. Esto incluye el diseño de herramientas y equipos, así como la organización de los procesos de trabajo.
Uno de los aspectos más importantes de la ergonomía es la prevención de las lesiones y trastornos relacionados con el trabajo. Esto implica minimizar la exposición a riesgos ergonómicos, como movimientos repetitivos, posturas incómodas o levantamiento de cargas pesadas.
La ergonomía involucra a profesionales de diversas disciplinas, incluyendo la psicología, la biomecánica, la ingeniería, la medicina y la sociología, para abordar de manera integral las necesidades de los trabajadores en su entorno laboral.
La ergonomía reconoce que no todos los trabajadores son iguales, por lo que busca adaptar el entorno laboral y las tareas a las características individuales de los empleados, como su estatura, fuerza, habilidades y limitaciones físicas.
Para aplicar la ergonomía de manera efectiva, se fomenta la participación de los trabajadores en la evaluación y el diseño de sus propios entornos de trabajo. Esto promueve una mayor satisfacción y un sentido de pertenencia.