Tipología de la comunicación

Da clic sobre las flechas para descubrir cuáles son los diferentes tipos de interlocutores con los que nos encontramos en el día a día.

Identificar las situaciones

Que nos genera tensión o estrés, ya que esto nos ayudará a adaptarnos y mirar cómo utilizamos las otras oportunidades que se presentan.

Establezca relaciones de apoyo dentro y fuera de la familia

Las personas resilientes no se encierran en sí mismas. Son en esas situaciones de adversidad cuando se construye buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas importantes en nuestras vidas. Está bien aceptar ayuda y apoyo de personas que nos quieren.

Adaptación al cambio

Se debe tener en cuenta que no podemos tener el control de todas las situaciones; sin embargo, debemos ver las adversidades como un desafío para colocarnos nuevas metas y brindar lo mejor de nosotros mismos.

No vea la crisis como un obstáculo

Puede refugiarse en nuevas actividades a través del arte, la lectura, el pensamiento positivo, las emociones y la vida sentida a través del propio punto de vista. Es decir, son personas que no se quedan en la superficie de las cosas sino que alcanzan la profundidad del ser.

Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo

Una persona resiliente no tapa esta realidad emocional sino que la integra en su vida, muchas personas al enfrentarse a la adversidad, descubren de sí mismo que han fortalecido su autoestima, su espiritualidad evoluciona y aumenta la apreciación por la vida.

Identifique qué hay más allá de la situación

Las personas resilientes miran al mañana con esperanza y se enfocan en el presente. Por ejemplo, se marcan nuevos objetivos a alcanzar.

Una manera importante de renovar energía

Y recargar la batería que te mantiene activo y alerta, es obtener suficiente sueño regenerador sin interrupción. Dormir es una de las maneras básicas en que el cuerpo renueva los niveles de energía.

Evite quejarse

Aunque es muy humano, una persona resiliente no se desgasta de manera crónica pensando detenidamente en lo mismo y quejas constantes.

Gratitud

Incluso en el dolor, la persona resiliente sabe que debe tener motivos para agradecer a la vida. Por ejemplo, por el abrazo de consuelo de ese amigo, por la compañía de las personas más cercanas o por la felicidad vivida hasta el momento.

Pida ayuda cuando la necesite

No crea que los demás pueden o deben adivinar lo que piensa, debe expresarse de manera clara, está bien pedir ayuda.

Tenga empatía para sí mismo

Es necesario que preste atención a usted mismo: por ejemplo, debe pensar en lo que desea o anhela. Busque actividades que disfrute y encuentre relajantes. Haga parte de sus rutinas el practicar ejercicio físico, es beneficioso tanto para su salud física como psicológica. Tener un buen estado físico y mental ayuda a estar listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.