Da clic sobre las flechas para descubrir cuáles son los diferentes tipos de interlocutores con los que nos encontramos en el día a día.
Que nos genera tensión o estrés, ya que esto nos ayudará a adaptarnos y mirar cómo utilizamos las otras oportunidades que se presentan.
Las personas resilientes no se encierran en sí mismas. Son en esas situaciones de adversidad cuando se construye buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas importantes en nuestras vidas. Está bien aceptar ayuda y apoyo de personas que nos quieren.
Se debe tener en cuenta que no podemos tener el control de todas las situaciones; sin embargo, debemos ver las adversidades como un desafío para colocarnos nuevas metas y brindar lo mejor de nosotros mismos.
Puede refugiarse en nuevas actividades a través del arte, la lectura, el pensamiento positivo, las emociones y la vida sentida a través del propio punto de vista. Es decir, son personas que no se quedan en la superficie de las cosas sino que alcanzan la profundidad del ser.
Una persona resiliente no tapa esta realidad emocional sino que la integra en su vida, muchas personas al enfrentarse a la adversidad, descubren de sí mismo que han fortalecido su autoestima, su espiritualidad evoluciona y aumenta la apreciación por la vida.
Las personas resilientes miran al mañana con esperanza y se enfocan en el presente. Por ejemplo, se marcan nuevos objetivos a alcanzar.
Y recargar la batería que te mantiene activo y alerta, es obtener suficiente sueño regenerador sin interrupción. Dormir es una de las maneras básicas en que el cuerpo renueva los niveles de energía.
Aunque es muy humano, una persona resiliente no se desgasta de manera crónica pensando detenidamente en lo mismo y quejas constantes.
Incluso en el dolor, la persona resiliente sabe que debe tener motivos para agradecer a la vida. Por ejemplo, por el abrazo de consuelo de ese amigo, por la compañía de las personas más cercanas o por la felicidad vivida hasta el momento.
No crea que los demás pueden o deben adivinar lo que piensa, debe expresarse de manera clara, está bien pedir ayuda.
Es necesario que preste atención a usted mismo: por ejemplo, debe pensar en lo que desea o anhela. Busque actividades que disfrute y encuentre relajantes. Haga parte de sus rutinas el practicar ejercicio físico, es beneficioso tanto para su salud física como psicológica. Tener un buen estado físico y mental ayuda a estar listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.